miércoles, 13 de abril de 2011

El papel del software libre en el eGovernment

Hoy os traemos un artículo de opinión, donde se ofrecen razones por las que las herramientas del eGovernment deberían ser libres. Tratando de ser lo más objetivos posibles argumentaremos las ventajas e inconvenientes de ambas alternativas. ¡Qué comience la función! Como ya se dijo al presentar el eGovernment, alguna de las áreas cubiertas por esta amplia disciplina propugnan la inclusión y la participación efectiva de toda la sociedad en diversas tareas gubernamentales, así como beneficiarse de las nuevas tecnologías para tales fines. Por este motivo no puede obviarse la preeminencia del software libre, que propugna a grandes rasgos la misma filosofía. Seguramente, a priori, puede parecer que la liberación del código de las aplicaciones desarrolladas supone un potencial riesgo para la seguridad, al darse a conocer su contenido a todo el mundo, donde algunos de ellos probablemente tengan intenciones maliciosas. Este punto en un primer momento podría reflejar una importante deficiencia y debilidad del empleo de software de código abierto (FLOSS). No obstante, existe la posibilidad de no incluir en el código ciertos patrones de seguridad, siendo colocados éstos en archivos externos, los cuales no serían dados a conocer. Esta “desinformación selectiva” no sería considerado como software propietario, sino que son archivos de configuración, propios de cada usuario de un sistema concreto (al igual que en un sistema operativo libre no se liberan tus contraseñas). Lejos de ser perjudicial para el desarrollo eficaz de aplicaciones más seguras, el conocimiento y estudio por parte de todo aquel interesado supone la detección de errores y sucesivas mejoras, que desembocan en un beneficio social. De hecho la vulnerabilidad puede ser incluso mayor que en el caso de software privativo, puesto que su garantía depende única y exclusivamente de la buena fe de la compañía que desarrolla ese producto. Tras este debate planteado paso a introducir de manera somera en qué consiste el software libre, aunque supongo que la gran mayoría estaréis al tanto. Una frecuente confusión (quizás debida a la transcripción del inglés del término free) es la de considerar que el software libre es gratuito. Ésto es, en general, rotundamente falso. Si bien existe software libre y gratuito, también lo hay libre y de pago (el disponer del código no implica poder utilizarlo, sin la disposición de una licencia, aunque dificulta su protección frente a copias ilegítimas). Para acabar, como introducción al software libre enunciaremos algunas ventajas en contraposición al software propietario.

Software libre:


Libertad de uso extendida, sin severas restricciones de empleo tras su adquisición.


Creación de una fuerza de trabajo competente.


Creación de conocimiento y cultura popular, lejos de crear desigualdades para el acceso a la información, evitando la aparición de “lobbies” que controlan el acceso a ésta.


Multiplica el número de desarrolladores o verificadores del código, reduciendo así el número de personas que lo “crackean”.


Proporciona el control al usuario.


Prerrequisito necesario para poder garantizar la seguridad de datos e información.


Facilitación de la integración y compatibilidad entre sistemas al usar estándares abiertos.


Detección de fallos y agujeros de seguridad del sistema, que facilita su corrección.


Mayor vulnerabilidad inicialmente al ser de acceso público el código de la aplicación. Este contra está íntimamente ligado al pro anterior, dependiendo de la intencionalidad de quien estudia el código fuente.


Software propietario:


Adquisición de unos derechos de uso determinados acorde con la licencia de turno.


No existe una comprensión del programa por parte del usuario, y carece de oportunidad de personalización a las necesidades propias.


Ausencia de control de la evolución tecnológica, con todo el poder en las empresas que monopolizan el mercado.


No se puede garantizar la seguridad. Al no tener acceso al código la seguridad no puede comprobarse, y es cuestión de la ética de cada empresa particular.


Aumenta el número de personas que intentan penetrar o acceder al código de un programa y modificarlo sin consentimiento (crackers), reduciendo el número de aquellas que lo estudian para mejorarlo en beneficio de la comunidad.


El monopolio lleva al cobro de tasas injustificadas debido a la carencia en la compartición del conocimiento o tecnología empleada.


Se dificulta el acceso y violación de la seguridad por parte de crackers malintencionados, cuyo propósito sea el de comprometer la seguridad y privacidad del sistema y sus usuarios.


El argumento antaño esgrimido de que el software libre tiene una calidad técnica inferior (así como su ayuda, soporte y documentación) se ha quedado obsoleto con el paso del tiempo, como demuestran muchísimos ejemplos, aunque en otras ocasiones sí sea cierto hoy en día. Sin embargo, este hecho es consecuencia sólo de la ausencia de una financiación adecuada, que obstaculiza la intervención de agentes especializados (que inviertan no sólo su tiempo libre en su desarrollo). El software libre es una ideología, que trata de promover el esparcimiento de la cultura y el acceso libre a ella, lejos de ser un mero modelo de negocio que emplean determinadas empresas por que les sea más rentable. Teóricamente ambos luchan por un objetivo común: el bien de la comunidad. Así pues, a nuestro parecer son el matrimonio perfecto para alcanzar el beneficio social deseado. Mientras tanto la realidad es bien diferente y las grandes empresas del mercado tecnológico se reparten y pelean por un trozo del codiciado pastel. Nos gustaría que expresarais vuestras opiniones argumentadas al respecto y así generar un interesante debate. Esperamos que os haya gustado. ¡Hasta la próxima!

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